25/1/09

La ley de dos y un tercio

El recuerdo se desvanece, no se hará más fuerte...
lo sé porque desde siempre supe 
que dentro de mi había perdón para tí.
Y ahora entiendo que ella no podrá perdonarmelo,
aun cuando pueda persuadirlo a ello, no lo haré,
al menos hoy no, no tendría sentido
y no podría fingir que me siento mal por solo pensarlo.
Lo entiendo porque Pandora y Icoa nunca fueron iguales,
y nunca se merecieron el dolor de tener que estar ligadas
y mucho menos que el nexo fuese yo...
oh, cuanto aprendí en ese momento vacío, como este.

Supe entonces que mal que bien siempre hay que decir adios
pues una puerta entreabierta o mal cerrada
siempre deja salir lo de adentro
o deja entrar lo de afuera
en el sueño acarreado por rafaga de viento que ni una rama agitó.

1 comentario:

samantha dijo...

Solo dire... Me gusto