17/1/10

La Voz Dormida

Ahi vienes si, y con qué paso rebelde.
te atisbo al horizonte menguante y pienso,
no, de hecho recuerdo
recuerdo aquellos días anhelantes
con tus visitas rotundas y tardías, pernoctas.

Vacilante miro con desden el descuido en que te tengo
cuanto me he olvidado del trabajo bello,
el deseo eterno,
tus labios en mi pecho
y la libertad de dejarte guiar mis manos.
Donde quedaron las palabras bellas,
las frases de Neruda y Pavlov.
Y de nuevo en tu camino me encuentro...
en busca de darte un nuevo nombre,
hace cuanto que andamos en esto
te doy la pista, y me eludes la incognita.

Lagrimas, vengan mis huerfanitas,
permitanme presentarles a alguna madre
un cariñosa amiga, nueva,
olvidemos los errores del pasado
ya aprendimos un mundo
y ahora es momento de vivir otro.

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