Como mecanismo de defensa tendemos a escondernos detrás de una máscara, creada y editada por nosotros mismos. La hacemos a nuestro gusto y preferencia y dependiendo de las necesidades de la ocasión; por alguna razón nos sentimos mas seguros con una máscara que mostrando como somos en realidad.La razón varía. Puede ser porque queremos ocultar un sentimiento, o tal vez porque pensamos que nuestra verdadera “cara” no le gustará a nadie.
Pensando, la máscara tiene múltiples usos, podemos usarla solo cuando queramos o podemos usarla siempre. Quien la usa siempre oculta quien es en realidad, mientras que quien la usa momentáneamente se protege de exponer sentimientos que no quiere exhibir o protege a los demás de cosas que es mejor que no sepan.
Entonces, usamos la máscara o no?
No es malo protegerse, ni es malo proteger a los demás, lo que si nos daña es ocultar quien somos en realidad, si le gustamos a las personas tiene que ser por como somos en realidad y no por lo que mostramos para agradarles, y la clase de persona que queremos atraer es la que guste de nosotros simplemente por ser, y no por intentar serlo.
Pensando, la máscara tiene múltiples usos, podemos usarla solo cuando queramos o podemos usarla siempre. Quien la usa siempre oculta quien es en realidad, mientras que quien la usa momentáneamente se protege de exponer sentimientos que no quiere exhibir o protege a los demás de cosas que es mejor que no sepan.
Entonces, usamos la máscara o no?
No es malo protegerse, ni es malo proteger a los demás, lo que si nos daña es ocultar quien somos en realidad, si le gustamos a las personas tiene que ser por como somos en realidad y no por lo que mostramos para agradarles, y la clase de persona que queremos atraer es la que guste de nosotros simplemente por ser, y no por intentar serlo.
1 comentario:
"Did you think to kill me? There's no flesh or blood within this cloak to kill. There's only an idea. And ideas are bullet-proof. All the world's a stage, and everything else is vaudeville.
Your lover lived in a penitentiary that we are all born into, and was forced to rake the dregs of that world for his living. He knew affection and tenderness but only briefly... Happiness is a prison, Evey. Happiness is the most insidious prison of all.
Me? I'm the king of the twentieth century. I'm the bogeyman. The villain. The black sheep of the family. I don’t have a name. You can call me “V”. "
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