23/5/10

Blues, un Viaje en Bus

El recorrido en bus se nos convierte inconsciente
en algo distinto de lo que esperamos:
Quizas no lo sepas,
pero el autobus, es un tiempo,
el tiempo nuestro,
el que se nos regaló entre esta y la próxima parada,
en la cola que te promete llegar retrasada.
El bus por si mismo es un espacio,
es un cuarto donde podemos sentamos acomodados,
leyendo, mirando, escuchando, sonriendo,
y nos dirigimos miradas sonrojadas en el pasillo
tratando yo de no sentirme cohibido,
hasta que se nos acabe el viaje.

Yo iva pintando al mundo
guardando sus halos en mis fotografías
y tú tan sumida en tus manías,
de escuchar música sonando,
llenando, alborotando, opacando el vacío
y así no nos sentimos perdidos,
como un par de botones encontrados,
amarrados, cocidos, atados,
prendados al abrigo de los dos,
sin brisa, esperando la parada.

La moneda, el sencillo, el bolsillo,
su palma agarrando la del niño.
El colector, la escalera, la puerta,
la mujer con las sombrilla abierta.
La silla, el pasillo, los niños,
el son de Maelo llenando el vacío.

Y nosotros sumidos en el viaje,
sin tiempo y sin espacio.
Nuestro viaje en bus,
hasta que el viaje se acabe.

Veo tus manos en la baranda
quiero tomarlas entre las mias,
decirte algo al oido,
que te haga querer irte conmigo.

Contigo el viaje no es viaje porque no hay tiempo
y el pasillo se nos pierde pues no hay espacio,
el espacio se hace largo entre los dos,
en este viaje en bus tan lleno de color que ya acaba.
Y el mundo del bus se pierde en tu te quiero.

1 comentario:

Michelle Durán dijo...

Què buenas palabras , què buena combinaciòn de ellas. Saludos ,