me da pavor,
pues me encuentro conmigo mismo;
Casi siempre sirve para despojarme de la gallardía
y la soberbia de mis logros pasados.
Sufro por pensar en todo lo que aun queda por mejorar.
No pienses así querida,tampoco sos un monstruo,todos habremos pecado alguna vez de vanidad o egoismo
lo que no dario yo por darte un abrazo en este momento.
Despojado uno del velo de la vanidad
que rodea nuestro exito,
siempre nos encontramos con esa persona despreciable
que terminamos dejando crecer,
pero no estamos condenados a eso...
la soledad es solo la etapa de limpieza que nos pide el alma.
La amarga y cruel señora que se disfraza de espanto
y nos abraza como una amiga.
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