18/1/10

El Dinero de la Niña

Humildemente, espero que esto de algo le sirva -y le entregué el dinero, ni siquiera una mísera propina- esperando el respectivo agradecimiento de antemano que yo vería como mi astuta liberación de la obligación moral de contribuir a la noble causa, absurdo, de noble tiene poco, qué ingenio puede haber en mendigar migajas para hacer las ostian de la misa de requiem. Qué absurdo, mostrar su foto, en mano tembloroza y papel quebradizo, con la imagen de aquella chica cuya cascara en alguna morgue empieza ya a descomponerse, en volverse abono, porque la absurda mal fundada de sus progenitores la priva de ser carroña, de seguir el ciclo en una cadena alimenticia de la cual, a este punto de nuesta absurda evolución parecemos mas un adorno pendiente que un eslavon, perfecta acuñación del termino, claro, imaginate la practicidad dado el caso, cada quien puede elegir su representación con un icono distinto dependiendo claro de sus creencias y ademas cambiaría el valor de la piedra segun las posibilidades económicas y el estatus del representado, excelente, somos la cereza en la crema batida que es el plan de la madre naturaleza... absurdo absurdo.

Y que capaces somos de lamentarnos, por qué no pensar más alegremente en como resolver el problema desde la fuente, la ignoracia nos carcoma y la falta del analisis objetivo de mente poco habiles se vuelve la descripción común de las actitudes matutinas de nuestra raza, no digo toda la especie, pues cada raza parece tener sus propias ineptitudes que parecen taparse tan facilmente con un par de billetes, se vuelve facil la vida, y el alma siente que la transacción ha sido finalizada, las gracias se convierten en el recibo de pago y así podemos estar tranquilos por nuestro merito, somos buenos, o eso esperamos que le parezca a los predicadores morales, Dios quiera que se equivoquen, que no halla Dios alguno, no vaya a ser que en papel de recaudador de impuestos, nos pille con las cuentas mal sacadas y una amplia deuda con nuestra humanidad.

17/1/10

La Voz Dormida

Ahi vienes si, y con qué paso rebelde.
te atisbo al horizonte menguante y pienso,
no, de hecho recuerdo
recuerdo aquellos días anhelantes
con tus visitas rotundas y tardías, pernoctas.

Vacilante miro con desden el descuido en que te tengo
cuanto me he olvidado del trabajo bello,
el deseo eterno,
tus labios en mi pecho
y la libertad de dejarte guiar mis manos.
Donde quedaron las palabras bellas,
las frases de Neruda y Pavlov.
Y de nuevo en tu camino me encuentro...
en busca de darte un nuevo nombre,
hace cuanto que andamos en esto
te doy la pista, y me eludes la incognita.

Lagrimas, vengan mis huerfanitas,
permitanme presentarles a alguna madre
un cariñosa amiga, nueva,
olvidemos los errores del pasado
ya aprendimos un mundo
y ahora es momento de vivir otro.