No tener nada mas
y no temer, nada mas.
Para a apaciguar los anhelos
y vivir de las necesidad y el error.
De las llamas que al corazón consume
hacer levantar en vuelo
las cenizas de los fallidos intentos,
vivir en presencia del miedo
sin temer su susurro intranquilizador,
y despertar con los brazos abiertos
a las chispas que iniciaran nuevos fuegos.
Sentir viva la pena
y alegrarla con el recuerdo,
aprender a vivir en la amargura
y no dejar nunca el ejercicio
de aquellas cosas que nos mantienen
a la espera de dias mejores.
Haber amado y nunca olvidado
las caricias entre nosotros dos,
sonreirle a las musas
y en especial la soledad,
nuestra fiel amante en el silencio.
Ver el brillo de la llama
aun cuando se siente uno ciego.
Es vivir con deseo
amar y ser amado,
jamas dejar de intentarlo.
Aun para nosotros que vivimos en la perdida,
en recuerdos e inocentes pretextos.
Es el fin ultimo,
y perderlo es no vivir más,
la esperanza es nuestro escudo
es el pan de cada día,
es el susurro de la muerte
y nosotros riendonos de ella.
No se desvanece uno desgraciado
si ha amado.
Uno no pierde el coraje
para volver a intentarlo;
Si ha amado y fue uno amado.
