4/8/14

El viajero y el dragón dorado

He visto gigantes de piedra
arrodillarse a la gloria del sol,
rodeados de soldados en verde
que erguidos solemnemente
caen sin emitir un sonido.

He escuchado el incansable lamento del mar
ahogándome casi, en su furia.
Los ruidos de la noche nos aterran,
los errantes buscan escondites.

He sentido alguna vez, 
aquello que los hombres han creído sentir:
El grito de auxilio de un padre,
la euforia de amantes astrales,
y la tristeza oculta 
en las carcajadas de las piedras.

Y llore, oh, yo lloré un nuevo mar,
tal era mi pena.
Con mis velas rotas viré el timón
pa' perderme a la mar,
con terror en mis venas
del fuego del dragón dorado,
y de mi alma 
desnuda entre el charco y el sol.