19/12/10

Hija de Luna

Niña morena, de sonrisa platina, ahora apagada,
tu cuello de ciste y tobillos frágiles,
mancillados por grilletes no alcanzan a ver la luz;
presa profesa, oculta de quienes creen en tí,
un mar de plegarias que los muros de tu calabozo
apagan en el umbral de tus sueños.

El mundo extraña tus dones,
suaves historias en voz de soprano,
alegre, vivaz, girando palabras,
vibrando el aire en sus oidos de simples.
El mundo extraña tu poesía.

A aquel joven ya casi no lo recuerdas,
pero él, en la corte de aquel tirano,
escondido, no tiene otro proposito por el cual vivir.
Tu voz en el viendo, tu voz en el viento lo llevó a tí.
Cruel captor es aquel cuya palpable codicia
arropa los sentimientos de miles, les aplasta.
Te quiere por tus preciados anillos,
a veces grandes para tus dedos,
siempre dispuesta a perderlos, ¿recuerdas?

La historia termina con vileza,
muertos en sus manos los hijos de aquel rey,
no son más que suciedad en el suelo,
y tú, a los brazos de aquel muchachos fuiste a parar,
él que como las estrellas de la noche, sin alas vuela,
entre los barrotes de hierro
que ahora no les pueden atrapar, escaparon.
Vuela niña morena y ágil, vivaz,
canta al viento que agita tus pardos cabellos
sos libre en los brazos de tu amado,
¿ya me recuerdas?
yo no habría podido olvidar tu beso
o tu voz platína resonando bajo la luna.
Las almas puras como la tuya
de una belleza más allá del sol
pertenece a la noche del mundo,
y para protegerte a vos, yo.