26/3/10

CAP. I: Onomatopeyo

Onom, es el nombre de mi mejor amigo, o al menos cuando lo era, hace tiempo, cuando aprendimos el significado de Fama y Fortuna. No se preocupen, no fue ni la una ni la otra la que nos separaron, simplemente nos debíamos un descanso el uno del otro. Ahora bien volvamos al punto de por qué es él tan importante, aquí comienza la historia, la historia que le conté a Onom, qué necesitaba escucharla desde el principio una vez más, para poder comprender el final, la historia que nos llevó a este momento, ¿por qué? pues porque él solo vivió una parte de ella justo en la mitad, una parte larga y fuerte, pero incompleta, así que dejemoslo de momento seguir a la expectativa de experimentar mi cambio, mi nuevo yo.

Si, yo sé que se preguntan que clase de nombre es Onomatopeyo, que se reduce a Onom, pues... no revelaré su nombre, él se llamaba W, punto. Bien, Onom es el tipo de persona que para describirlo no hay mejor manera que hacerlo con sonidos, y puesto que él, todo lo describe imitando los sonidos que los objetos o algún ser produzcan, la verdad el nombre le venía como sortija al dedo y si bien no es un buen nombre, sí es interesante y al él le gusta, que es lo importante. Describir su caracter es sencillo, es como el agua, puedes redirigir su rumbo, aprovechar su energía, y disfrutarlo, pero sobretodo, debes respetar su poder, si eres arquitecto sabes de lo que hablo, no tomar en cuenta el poder de la naturaleza, en especial con el agua, puede traer resultados catastróficos en cualquier nivel. Así que un sorbo de Onom no será suficiente, un trago es un deleite pero pedir más de un vaso es un riesgo que no les recomiendo correr. Él es mi amigo, la unica persona que podría quererme más que él sería yo mismo, pero mi relación conmigo mismo es algo más formal, como la relación que se lleva con la prostituta más cara de la ciudad: la adoras y la mimas y siempre quieres más, pero mantenerla y esperar que sea solo tuya para siempre es, logicamente, una tontería. Así pues que él es mi mejor amigo... Si Onom tuviese que darme un nombre quizas sería algo así como Metafora, ya antes me han llamado así, o Enciclopedio, sí, ese sería mas acorde. Darle un nombre a algo y si este lo acepta, es obtener un poder sobre ese algo... o alguien. Ahora volvamos a mi, a mi historia.

Estaba esperandole desde hace un tiempo, él no se había retrasado, yo había querido llegar antes, me gusta tomarme mi tiempo para disfrutar de un lugar antes de dedicarme a mis asuntos. Desde el momento en que llegó yo ya sabía que él quería discutir, solo que como somos buenos amigos comenzamos con un par de sonrisas hipocritas de esas que te dan los ladrones mientras te estan quitando el reloj de la muñeca, ¿por qué discutir? si llevamos años sin vernos y sin saber el uno de el otro... bien, precisamente por eso, porque habíamos perdido el contacto sin razon aparente, sin embargo, no quería explicarme, yo quería ir directo al grano, a mi historia, el por qué de lo que sucedió, y todo lo que eso implica, como ven a mi me encanta contar historias, más aun si soy yo quien las protagoniza y creanme siempre son buenas historias si tienes el tiempo suficiente para dedicarme un par de oidos atentos o un par de labios sedientos de pasión... aunque esa sería otra historia.


Él me convirtió en mucho de lo que soy ahora, sin saberlo pero si a conciencia de que era esa su intención fue el catalizador de ese cambio; y a cambio, yo le enseñaba un poco de todo y mucho de algunas cosas, siempre fue así, tal para cual y uña y mugre, desde el primer dia y las primeras dos cervezas. Así que esta vez, aunque era solo agua lo que bebiamos, nos dirigimos unas amplias sonrisas durante un rato y al final de la discusión cuando ambos aceptamos nuestros errores aunque obviamente ninguno había retirado sus acusaciones, supongo que como es natural, el viento sopló y al agua corrió, y así pasamos al siguiente tema, las mujeres.