30/8/11

Deseo dormir sin tí

Si tu existieras,
hoy,
en este minuto,
yo te escribiría hermosas palabras
y me gustaría llamarte musa
otra vez,
pero no haré de aquello
una nueva situación
de poner en riesgo mi corazon
que te quiere,
no,
prefiero dormir,
descansar
y apaciguar el caos
que alienta a mi alma a crear,
a describir lo bello
de todo aquello cuanto es puro
e intrigante
dentro de ese caos,
desearte dulces sueños
y sonreir pensandote
dormida,
extrañarte
y soñar con tus labios,
decirte te quiero
y exigirme
un adios
para no inundarte de palabras
que no quieras leer.

Y tratar de seguir así cuanto dura una eternidad.

29/8/11

Saber amar.

Ya yo era bueno en el amor,
la primera vez que me decidí a probarlo.
Sin saber como debía hacerse
o como se trataba a una mujer,
ya yo sabía amar

Sabía que no había que saber tanto,
no había pecado o ni perdon en el acto,
solo deseo, sentimiento y un tercer factor innombrable.
No es que sea mi intensión
de manera alguno sintetizar qué es el amor
o como se ha de amar,
solo te cuento,
de mí y que supe por que sí.

Tras probar la virtud de cuantas otras mujeres
despues de saborear sus pecados
y anhelar su perdon
probe tantos intentos de amor
que no eran,
uno solo puede vivir para hacer el amor
por la palabra
por el tacto
por el paladar
por detras
por los oidos
por el papel
para qué más existe vocación
si no para saber amar algo.


El problema del mundo es no saber amar mucho,
desafiar con tiento su soledad
y no encontrar goce alguno en el papel.