Capitulo V: Baraka: El Hombre Sereno.

Que sereno, tú, si. Estas sereno.

Dichoso tú que tienes razones para estar tranquilo

y ningun motivo para no hacerlo.

Crees en el fuego, entonces sientes el calor.

Y no me refiero al sol, ese que calienta y de color.

¿Sabes qué se siente al tocar un rostro humano?

El calor que viene de su interior...?

Yo si, lo he conocido, y en gracia lo he sentido.

Hoy lo sentire de nuevo, en sus labios,

quizas en cada uno de sus tactos.

Una lastima no desfrutar de su calor en mi lecho,

Pero no me desanima.

Tu rito es inormal y yo soy paciente.

"La paciencia es la virtud de los intempoles."

Reza a tu dios, para mí él es pagano

y yo soy pagano. Pero tu rito es atractivo

me dislumbro sin disimulo.

Me pierdo, viendo tu horizonte ahora vacuo,

tenue y casi olvidado, pues en ojos de un errado

todo eso queda olvidado.

Quiero verte hombre de temple,

pero en mi mente se halla una niña exigente,

tu arte no me sorprende ni tu rostro me intimida.

Sin embargo ese niño, un simple obstaculo en mi camino,

casi lo maldigo por hacerme dudar de mi mismo,

él si me sorprende y me intimida,

porque él tiene a esa que me roba mis dias.

Pero hoy a vispera del festejo la vere,

y seremos solo ella y yo.

El no puede detenerme y ella desea mi beso.

Y tu sigues así, intemporaneo;

Pues tienes mas vidas que el gato

y muchos amantes gratos.

¿Qué puedo significar yo ante tal majestad?

Yo y mi sentimiento de soberbia y sobriedad,

que me dispongo a tentar y de mente y obra pecar

"Estoy dispuesto a hacer todo lo que se espera de un hombre.

Pues quien se atreve a más, no lo es."

¿Nos ateveremos cheriè?

Y tú sigues sereno, no me has escuchado

pero habras sentido mi fuego.

Sigues ahí hombre sereno, recuerda el día

en que conociste al Hombre de Vodevil,

Pues yo tambien en tu horizonte estaré sereno.