Fiera,
paseas a tu
a tu antojo por mis sendas
y ya sabes
lo que
pienso y lo que anhelo
pues del
deseo arde el camino
hacia tus
besos
hacia tu
cuerpo.
Queman las
palabras
no expresadas
olvidadas dentro
Otrora dormida,
la musa,
cargada
de celos
se sume en
su sueño.
Las brasas
de nuevo se encienden
un calor
olvidado
en dedos
cansados
casi no se
siente,
pero tus
formas inolvidables
con sencillez
irrita
a esa parte
de la mente
que nunca
realmente
se olvida.
Musa fiera,
melena ardiente
como los
versos
paseas mi
mente
despiertas aquello
inocente
con tu
flamante voz
venida de
oriente
y yo se
que eso que
pienso
a diario, y
siento,
quizás a ti tambien
te queme por
dentro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario